Este tipo de alimentación surgió hace ya unos años como parte de una corriente que busca mejorar la calidad de vida de nuestras mascotas. Lo cierto es que nuestro amigo de cuatro patas que vive con nosotros es mucho más que una compañía, es parte de nuestra familia. 

Teniendo en cuenta que tanto perros como gatos suelen vivir menos años que los humanos, y  buscando siempre que ellos se sientan parte de nuestro núcleo, es que aparecen nuevas ideas para poder sumarlos a nuestra rutina cotidiana, y la comida no es un tema menor.

Un poco por alejarse de marcas comerciales que prometen nutrición completa en una bolsa de comida ultra procesada y otro tanto porque ellos – nuestras mascotas – siempre nos piden que les compartamos de nuestro plato, surge esta forma de comer que vuelve a los orígenes de los seres vivos. Esta dieta también existe para las personas y se la conoce como la Raw Food: comida sin cocinar, natural y sin ingredientes sintéticos, es decir nada que venga de un paquete.

Ventajas y desventajas

Ahora bien, frente a esta forma de alimentarnos existen varias posturas, muchas de ellas opuestas, con respecto a los beneficios o efectos negativos que podría tener en el cuerpo de nuestras mascotas.

Los que practican este método, son los partidarios de que en la carne y en las verduras crudas se encuentran muchas propiedades que el animal puede consumir y absorber y que si este alimento fuese cocinado, se perderían. 

Sostienen que si se comieran los alimentos en su estado natural, serían capaces de mejorar su sistema inmune, los huesos, la piel, etc. 

Sin embargo una de las principales críticas a la BARF, es el consumo de la carne cruda. Por un lado, puede presentar un riesgo para las personas que conviven en la casa. Para los humanos, el contacto con ella sin la correcta desinfección posterior, puede ser sumamente peligroso, sobre todo en el caso de los niños para quienes la salmonella, síndrome urémico hemolítico y demás, pueden ser mortales. 

Hay corrientes que sostienen que el mal manejo de la misma, también puede ser peligrosa para el animal pese a que su sistema digestivo es distinto al de las personas y se cree que también es más resistente. En contraposición, se cree que al consumir carne cruda, los microorganismos de la flora intestinal de cada animal se modificarían para poder digerirla y así reforzar la respuesta inmune de su cuerpo.

Considerando que nuestras mascotas ya dejaron de ser animales salvajes y ahora están domesticados y adaptados a las costumbres de cada casa, si hay que tener en cuenta que esta forma de comer requiere de un período de adaptación. Si se elige esta alternativa, habrá que entender que la flora intestinal de nuestros queridos perros y gatitos tendrá que adaptarse, por lo que conviene hacer el cambio de forma progresiva y no repentinamente. 

De qué se compone la dieta B.A.R.F.

A modo de ejemplo, te mostramos una manera de organizar una dieta BARF para tus perros y gatos:

- 45% huesos: Uno de los ingredientes principales ya que aporta vitaminas, minerales, grasa y más componentes que permiten alimentar a los animales.

- 35% Carne: Sobre todo carnes magras, rojas y blancas, que aportan en su mayoría proteínas. Idealmente presentar siempre varias opciones y cortes diferentes que puedan agregar distintos componentes a la dieta de cada animal

- 10% órganos: También de gran importancia y aporte nutricional.

- 10% Frutas y Verduras: Terminan de sumar todo lo necesario en el cuerpo y se suelen dar trituradas porque ayuda a que el organismo las descomponga mejor. 

Siempre es bueno estar informado y así decidir. ¿Vos qué tipo de alimentación le das a tu amigo de cuatro patas?

Bibliografía

Natural Pet Shop: https://naturalpetshop.es/blog/alimentacion-natural-para-mascotas/dieta-alternativa-barf-facil-para-perros-y-gatos/