.Limpieza: Lava regularmente tu bicicleta con agua y jabón suave. Presta especial atención a las partes móviles, como la cadena, los piñones y los engranajes. Luego, sécala con un trapo limpio y seco.
.Inspección de las ruedas: Verifica el estado de las ruedas buscando posibles desgastes o daños. Asegúrate de que estén bien infladas según las indicaciones del fabricante.
.Ajuste de los frenos: Comprueba el funcionamiento de los frenos para asegurarte de que se detengan correctamente las ruedas. Ajusta los frenos si es necesario o reemplaza las pastillas desgastadas.
.Lubricación de la cadena: Aplica lubricante en la cadena y los engranajes para reducir la fricción y prevenir la oxidación. Limpia la cadena antes de aplicar el lubricante..
.Ajuste de los cambios: Verifica el funcionamiento de los cambios y asegúrate de que pasen suavemente por todos los engranajes. Ajusta los cables de los cambios si es necesario.
.Inspección de los neumáticos: Revisa regularmente la presión de los neumáticos y ajústala según las recomendaciones del fabricante. Inspecciona los neumáticos en busca de cortes o desgastes excesivos y reemplázalos si es necesario.
Recuerda que estos son solo consejos generales y que el mantenimiento puede variar según el tipo de bicicleta. Siempre es recomendable consultar el manual del propietario o acudir a un taller de bicicletas profesional si tienes dudas o necesitas realizar ajustes más complejos.


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